Adagio
¿Qué es un adagio?
¿Alguna vez escuchaste decir que un penique ahorrado es penique ganado? O tal vez escuchaste que no se debe juzgar un libro por su cubierta, o que dos cabezas son mejores que una. Estas líneas tan familiares se llaman adagios: fragmentos de sabiduría usados a través del tiempo en forma de dichos cortos, filosóficos y memorables. Los adagios también son conocidos como proverbios o aforismos. El adagio (se pronuncia a-da-gio) expresa una verdad bien conocida y simple de forma concisa.
Simple ejemplos de adagio
Como ejemplo, vamos a considerar algunos dichos que han dicho de personas con sabiduría como los abuelos, maestros y los primeros filósofos:
Ejemplo Nro. 1
Come, bebe y sé feliz.
Este adagio tan alegre tiene su origen en la Biblia, en Eclesiastés 8:15.
Ejemplo Nro. 2
Tonto es el que hace tonterías.
Este adagio más moderno y humorístico es un ejemplo mencionado por Forrest Gump, el tan querido personaje creado por Winston Groom. Aunque los adagios están llenos de sabiduría y humor, algunas veces son también pegadizos y ocurrentes.
La importancia de usar adagios
Los adagios son declaraciones breves en las que se refleja las creencias comunes y filosóficas de la sociedad. Debido a que los adagios han sido pasados de generación en generación, son también un símbolo de una sabiduría aceptada en la sociedad. Por ejemplo, el adagio Dios ayuda a quien se ayuda, refleja los valores del trabajo duro y de la independencia sobre la necesidad y el deseo. Come, bebe y sé feliz refleja una sociedad que solo valoriza la diversión y el disfrute. Tonto es el que hace tonterías refleja la creencia relacionada a que somos lo que nuestras acciones muestran, por lo que una persona inteligente que hace tonterías, no es realmente inteligente. Los adagios nos brindan algunas pautas simples con las que convivimos. En la literatura, los adagios son un signo de sabiduría universal y de una apelación por trabajo.
Cómo usar los adagios
Los adagios son dichos que son muy útiles para dar consejos o describir una lección simple de lo que se aprende en una situación. Por esta razón, el uso de un adagio es muy simple si se lo aplica a una situación.
- Considera la lección o idea reflejada por cierto problema o situación.
- Expresa un adagio que sea apropiado a un problema o a una situación.
Por ejemplo, imagina que tienes un hermanito a quien le da mucho trabajo despertarse por las mañanas.
Situación 1:
Tu hermano necesita levantarse temprano.
Lección:
Levantarse temprano tiene beneficios, ya que puedes terminar tu trabajo y disfrutar el día a pleno.
Adagio:
¡Levántate temprano! ¡Vas a perderte el desayuno! ¿No sabes que al que madruga Dios lo ayuda?
Al insertar un dicho conocido, o un adagio en la conversación se inserta una vieja sabiduría en el consejo a su hermano.
Otro ejemplo: considera a un amigo que desea vengarse de un acoso.
Situación 2:
Tu amigo quiere avergonzar a un matón y lo hará tropezar delante de todos los demás.
Lección:
Aunque sea un mantón, intimidarlo está mal y es algo ruin.
Adagio:
No debes hacer esto. Es ruin, y sabes que dos errores no hacen un acierto.
Una vez más, el uso de un adagio le da a esta declaración un poder de sabiduría básica.
Cuando usar un adagio
Los adagios se usan para dar consejos, hacen una declaración básica sobre la vida diaria, o enseñan una lección. Los adagios se usan frecuentemente en el habla para darle al hablante un aire de sabiduría e inteligencia. En la literatura y la poesía, los adagios ofrecen personajes con la misma sabiduría. Debido a que los adagios son muy conocidos y populares, su uso en la publicidad, los medios, y el ámbito humorístico le brinda a la audiencia material familiar y divertido, que puede vender un producto, llamar nuestra atención, o solo provocar la risa.
Términos relacionados
Cliché
Como los adagios, los clichés son muy conocidos y frecuentemente expresan una creencia básica y generalizada sobre la vida. La diferencia entre un adagio un cliché es el gusto porque los clichés son considerados trillados, usados en exceso y poco originales. Hay que tratar de evitarlos. Por otro lado, los adagios son conocidos y se usan frecuentemente por la sabiduría que transmiten. Además, los clichés se pueden referir a personajes, ideas y dichos mientras que los adagios solo a los dichos.
Los siguientes son algunos ejemplos de adagios frente a clichés:
Adagio 1:
No olvides detenerte y oler las rosas.
Cliché:
Después de una pelea, un hombre le compra a su mujer una docena de rosas rojas.
El adagio expresa un poco de sabiduría frecuentemente aceptada: recuerda, fijarte y disfruta las pequeñas cosas. Por otro lado, el cliché es una acción que se ha realizado tantas veces que no se considera orinal y hasta es rechazada, por ejemplo, comprar rosas rojas a una mujer después de una pelea con la esperanza de recomponer la relación.
Adagio 2:
Lento y constante se gana la carrera.
Cliché:
¡La prisa crea desperdicio!
En este ejemplo, el adagio y el cliché tienen el mismo significado: ir despacio es una mejor idea que ir rápido y de manera desordenada. La diferencia está en el que el adagio proviene de la fábula de Esopo La liebre y la tortuga mientras que el cliché es un dicho trillado.
Conclusión
Los adagios son notas breves de sabiduría que se pueden compartir en una conversación, en la literatura y la cultura pop para inspirar, educar y desafiar a los otros. Los adagios pueden mejorar un discurso con la sabiduría, enseñar a los niños ideas básicas de moralidad y bondad; y hacerle recordar a la audiencia lo que es más importante.